Paloma se levanta. Paloma acomoda su falta, da dos pasos y vuelve a caer. Paloma acuchilla su mirada en el zócalo gris, no piensa en nada. Paloma siente su mano derecha bajo su cuerpo, intenta moverla. Paloma cierra los ojos y alarga sus dedos en movimiento. Corre telas y clava furiosa. Besa el suelo, quiebra columna, moja baldosas, piensa esos labios en su espalda. Paloma sabe que algún día se irá. Paloma acaba. Paloma descansa.
Zócalo gris (Rocío Carrillo)
