Cuando me decidí a confesarle que lo nuestro se había acabado ella no pudo contener su conocida mueca de asco: “Me parece estar viviendo una película”. Lo dijo en el instante en que la primera ráfaga de electrones ya deshacía el extremo de nuestros dedos. Tuve entonces la fatídica certeza de que, cuando sintonizaran de nuevo nuestro canal, trataría de convencerla de lo contrario.
Zapping II (Jesús Montoya Juárez)
