Nunca me toca un trozo de carne. Siempre espero sentado, después de la orden: “siéntate”. Y me siento. Algo toca después de eso. Ayer me dieron fémur. Estaba seco. Me lo comí todo, eso sí. Las costillas es lo que más me gusta. Siempre queda algo de carne que lamer y, a veces, hasta masticar algún pellizco puedo. Quizás hoy tenga un poco de suerte. El cuchillo ya corta la carne. Y me siento, retorciéndose mi estómago de dolor. Y entonces despierto, relamiendo mis brazos de hombre mugriento, carne pegada a un esqueleto ya muerto. Entre cartones algo de beber encuentro, gotas de lluvia olvidadas por el viento. Y cierro los ojos para no soñar despierto.
Trozo de carne (Guaxara Baldassarre)

«Y cierro los ojos para no soñar despierto… »
Dan ganas de mas