Pregúntale si a lo largo del día, llora o ríe más veces. Intentará reírse lo máximo posible y llorar lo necesario, pero finalmente te confesará que llora a diario. Tú dile que cada día irá llorando menos y riendo más; que pronto los resultados serán distintos; que cuando se quiera dar cuenta, reirá 19 horas y llorará 5, pero de alegría.
Reirá por encima de todo (Miriam Salelles)
