Bajo el frío intenso de aquella noche, se aferraba a su recuerdo, siendo lo único que lo mantenía con vida. Después de tantos días sin verla aún grababa su imagen en su mente como una fotografía. No se daría por vencido, no podía morir sin cumplir su palabra. Sobrevivir no solo era un reto, era una promesa, tenía que regresar y lo cumplió, segundos antes de desvanecerse logró ver a su recuerdo en vida.
Recuerdo en vida (Carol Daniela León Hoyos)
