Pasajeros al tren, tren que recorre las vías en blanco y negro.
Coches y ciudad quedan atrás a toda velocidad, difuminados.
Cae la noche al ritmo del tren, una luz tiembla arriba y abajo desde una ventanilla.
Imagino una vieja locomotora a vapor que avanza por una avenida de vías. Pasando por un alto puente de hierro. Dejando atrás travesaños de maderas viejas con un estridente tintineo, trenes corriendo en direcciones opuestas.
Casas pasando a trompicones, caminos polvorientos, árboles cubiertos de verdes hojas, largos campos peinados con rítmicas azadas.
Dejando atrás una iglesia…
Llegamos a un paso a nivel, coches de grandes faros, un café y una gasolinera.
Nuestra locomotora aminora, hemos llegado.
Llegamos al andén, nuevos viajeros acercándose al tren, gente parada, esperando.
Maletas, gente corriente que corre hacia sus destinos.
Observo el mundo de ahí fuera.
Cruzo las piernas y, encantado, espero al próximo tren.
El próximo tren (Javier Fernandez)
