Ante una ola de calor, puede optar por combatirla con medios artificiales -ventiladores, aire acondicionado…- o por derretirse. Si usted es de los que prefieren la segunda alternativa, sepa que, para no sufrir daños irreparables cuando venga el frío y regrese al estado sólido, debe cumplir con unas estrictas normas de seguridad:
-Aléjese de sumideros.
-Huya de la arena y de la tierra.
-Elija un recipiente retirado del sol (tipo plato hondo) con profundidad suficiente para que no bose.
-Y, sobre todo, cuide sus pensamientos: si fomenta que el cerebro se mezcle con la entrepierna, corre el riesgo de evaporarse.