En aquel tiempo en las calles de Berlín, “Endlösung der Judenfrage” era considerada la herramienta maestra para deshacerse de aquellos que por su origen, sus antepasados y sus creencias, eran odiados o temidos. En la prensa alemana de todos los días sin futuro, su sola mención significaba la posibilidad de desaparecer de casa sin dejar más rastro que la esperanza.
Esa noche, Ann caminó tambaleándose entre las mesas del bar. En el baño, borracha, se recostó en la pared de azulejo blanco y se bajó la sucia braga azul. Comenzó a masturbarse en silencio. Tenía miedo. En el suelo, una edición del Völkischer Beobachter, informaba del descarrilamiento de un tren en la frontera con Polonia.
De Noche Ann (Roberto Torrens)
