No te preocupes. Sobre todo tú no te preocupes. No me mires con condescendencia. No le des vueltas en tu cabeza. Tú no sufras. No por mí al menos. Te olvidaré.
Un día ya no recordaré el tacto de tu mano en la mía, ni el dibujo de tus dedos en mi espalda, ni cómo se cerraban tus ojos cuando te tocaba el pelo, ni tu forma de mirarme cuando querías decirme algo y te lo callabas, ni tu olor cuando me abrazabas.
Un día ya no vendrán a mi mente tus piropos, tus palabras cariñosas, tu constancia, tu presencia. Un día habré olvidado tu grupo favorito, las canciones que entonábamos, el cine que te gustaba, las series que compartimos, los bares a los que íbamos, nuestro lugar en la playa, los paseos que dábamos.
Un día ya no veré tu sonrisa en rostros ajenos, ni reconoceré tu risa cuando me llegue el eco. Un día se me habrá olvidado el sabor de tus labios y tu sudor en mi cuerpo.
Un día me despertaré y ni siquiera serás un recuerdo.
No te preocupes (Estrella Blanco López)
