Poquitos años para tantos horrores.
Deambular entre escombros sin hallar pan y bebiendo tus lágrimas.
No te arrullan nanas ni cuentos de hadas,
sólo lastiman tus oídos las bombas y metrallas.
La ropita sucia y una zapatilla son todo tu abrigo.
Si tuvieras tu triciclo regresarías a tu hogar.
No puedes comprender tanta tragedia.
Buscas entre el polvo y el humo un rostro conocido,
tal vez un hermano que te abrace para librarte del espanto.
Niño en la guerra… a dónde irás?
Yo puedo imaginarte, yo sé que existes pero sigo aquí Cobarde! ,
sin salir a buscarte.
Niño en la guerra (Marisa Costa)
