6 A.M. Despierto y al abrir los ojos veo el foco opaco por el polvo en el techo, encendido desde anoche debido a mis temores nocturnos.
Con un fuerte respingo me estiro para sentarme en la orilla de la cama. Acabo de despertar y ya estoy agotado…
Al paso de los minutos comienza a escucharse el ajetreo cotidiano de esta interminable rutina. En la sección donde me encuentro también se escuchan los primeros ruidos de la mañana, el sr. Pons mueve su mecedora a su puerta y se sienta, sostiene cada día la misma taza vacía y mira la pared como si transmitieran en ella una película.
Al otro lado, una chica avienta sus cosas con ira. Ella es una Barbie que amanece a diario con un Kent distinto, llena de vómito, con el maquillaje corrido y su cabello enmarañado, dejando su aroma a perfume barato por donde camina.
Todos tenemos una historia, la mía es esta, que comienza cada mañana cuando al ir a trabajar solo puedo ver el panorama gris que me dejaron los sueños rotos, y el inevitable fracaso.
Monocromático (Karen Alejandra Fernanda Rodríguez Rodríguez)
