Sostenido por la caoba de la barra del bar, bebiendo güisqui destilado en barrica. El corazón, relleno de serrín, roído por la carcoma. La polla como un tablón sin querer enterarse de que todo ha terminado. Cabeza de alcornoque. No se dan frutos si no se echan raíces. Invadido por un bosque caduco que no florece. El verano lo abrasó, el otoño lo anegó, el invierno lo heló. No hay estación buena si el terreno no está abonado. En pie, pero muerto. Aferrado al conglomerado, bebiendo el macerado en roble, pegado con resina al taburete. Esperando que venga un rayo y lo parta.
Más madera (Alberto Alfonsin Garcia)
