La velocidad de la luz es finita. Eso significa que cuando miramos a la luna, la vemos tal como era hace un segundo y medio.
Cuando miramos al sol, lo vemos tal como era hace ocho minutos. Cuando miramos la estrella más cercana, la vemos como era hace cuatro años.
Y cuando miramos la galaxia visible más lejana, estamos viéndola como era hace dos millones de años.
Ayer, cuando me mirabas a los ojos, esperabas que te dijera cuánto te quiero. No puedo hacerlo aunque te quiera porque no quiero mentir. Vivimos en tiempos desfasados y quizás cuando escuches mis palabras, te lleguen con un significado distinto al que tenían cuando las dije. Nunca se quiere igual.
Lejanías (Javier Molina Palomino)
