Leo todo lo que escribes. Sea bueno o malo. Me interese o no. Leer todo lo que escribes es leerte a ti. Es imaginarte escribiendo. Leerte es como si tus manos me tocasen la cara. Es como acariciarte el pelo al pasar por detrás de ti con una taza en la mano. Leerte es verte ladear la cabeza pidiéndome un sorbo mientras yo disimuladamente te leo. El café te quema la lengua y a mí me arden los ojos. Leerte es imaginarte escribiendo sin disimular que te leeré. A veces te imagino escribiendo en mi sofá con una camiseta vieja gris y mis calcetines de rayas sujetando con los dientes una manzana. Te imagino escribiéndome mientras yo me imagino leyéndote. A veces sin nadie debajo, a veces con alguien encima. Me quemo leyéndote en invierno. Leerte es imaginarme que me escribes cosas que jamás serán leídas y yo te leo cosas que aún no han sido escritas. Te imagino escribiendo y no necesito nada que leer. Me imagino tus manos dejando de escribir y… Leo todo lo que escribes y hasta aquí puedo leer.
Léeme (Kuluska)
