Ignoraba el motivo por el que aquel libro siempre le había llamado la atención, pero no lo suficiente como para hojearlo. No fue hasta esa tarde cuando decidió averiguar por fin su contenido. Con la lectura de las primeras páginas le sorprendió el hecho de que el libro que ahora tenía entre sus manos narrara su propia vida. Conocía vagamente los detalles de sus primeros años pero, poco a poco, conforme avanzaba en su lectura, tuvo la certeza de que el protagonista del libro no era otro sino él mismo y entonces no pudo resistir la curiosidad por saber cómo y cuándo sería su final. Buscó el párrafo final de la última página y leyó: “…Y una tarde, sentado con un libro entre sus manos, leyendo su propia biografía encontraría la muerte.” En ese mismo instante su corazón dejó de latir.
El lector (José Luis Chaparro González)
