Eduardo estaba muy cansado y se fue a dormir, cuando despertó habían pasado sin cuenta horas, se levantó y se fue a caminar por la Tierra; entró en un bar y cuando bebía su segundo vaso de leche tibia vio a su izquierda un payaso que tomaba leche fría y a su derecha un hombre con medias transparentes, leche caliente.
Salió del bar y a los sin cuenta metros vio que lo seguían, continuó la caminata y llegó a Plutón, pero al no encontrar bares decidió regresar a la Tierra para caminar con los olores de toda la vida. Entró en un bar y se sentó a la vera de un mostrador espejado con miles de huellas reconocibles. Mientras bebía su segundo vaso de vino tinto el payaso tomaba vino blanco y el hombre con medias transparentes, vino rosado.
Salió del bar, a los sin cuenta metros se dio vuelta y sonrió porque se había liberado de sus acompañantes. Eduardo estaba muy cansado y se fue a dormir.
Cuando despertó habían pasado sin cuenta horas, se levantó y acomodó las tres almohadas.
Las tres almohadas (Alberto Chara )
