Tomar pluma y papel para desahogar pensamientos, no es suficiente. Deslizo mi mano y las palabras se desvanecen, la tinta se derrama, llora sobre la hoja.
Las palabras no quieren ser escritas, ¡quieren ser gritadas al mundo!
La presión salta de mis venas y ¡grita! Grita la decepción de vivir, se contrae mi pecho y solo quiere detenerse, perderse en otro mundo y hundirse entre la tinta derramada… crear un vacío sin partes rotas ni dolor, triunfar sin miserable agonía en sus poros, dejar todo y flotar en la nada, sintiendo que siempre tuvo otra opción más que sentir dolor.
Las palabras no quieren ser escritas, quieren ser gritadas sin temor.
Las palabras no quieren ser escritas (Jhocely Zambrano)
