Me he bajado antes en estaciones como tú, sitios interesantes y terriblemente misteriosos que, antes de que te des cuenta te han vaciado por dentro y tú no sabes ni su color favorito. Sitios para estar una sola vez, calles de una y no más. Son sitios únicos de esos a los que duele volver porque lo que se ha vivido allí no puede repetirse. Y te enclaustras en ti mismo, y te haces prudente, no vayas a disfrutarlo del todo no vaya a ser que vuelvas al abismo. Pero un día cuando te relajas y te desmelenas, te bajas en otra estación, que en nada se parece a la anterior, con otro nombre, otras calles y plazas, y vuelves a dar de bruces con la misma piedra. Y con esta no te tropiezas, es que te quedas a vivir.
La piedra (Idoia García Hernando)
