Hubo un tiempo en que Sentimentia fue creada y habitada por seres que, aunque maravillosos, habían nacido carentes de sueños y esperanza. Él, entristecido al verlos tan vacíos, decidió entregarse a ellos en cuerpo y alma. Fue entonces cuando, deshaciendo la ecuación, la carne se hizo verbo y habitó el papel. Llegó a sus manos, abrió sus ojos, conmovió sus almas y los hizo libres. Y desde aquel momento, el universo fue para siempre un lugar infinitamente mejor.
La leyenda del primer escritor (Alejandro Paredero Pérez )
