Siempre se esforzó en dar lo mejor de sí, siempre le habían dicho que así debía hacerlo, dales caramelos a los niños, barre el portón de tu casa al menos una vez por semana, ten un gato negro y no te mires al espejo.
La gente en general no se fija en los detalles aunque digan que haya que hacerlo, los niños no toman caramelos de gente extraña, sin saber por qué no gustan los gatos negros y algo en ella le dice que no es muy agradable a la vista.