Querido ratoncito Pérez,
Ayer se me cayó mi primer diente y como ves te lo he dejado debajo de la almohada. Según la historia que me contó mi abuela, me dejarás algo en su lugar. Pero yo no quiero que me dejes nada porque estoy contenta con los juguetes que tengo, prefiero que me hagas un favor. Ayer vi como lloraba mi mamá. Yo pensaba que lloraba por mi diente, así que fui corriendo a abrazarla y le dije que no se preocupara que me saldría otro. Ella me sonrió pero después me mandó a jugar y volvió a llorar. Escuché que hablaba por teléfono y todo era porque yo tenía algo. No sé qué es pero lo he estado buscando y no lo veo por ningún sitio. Sé que tú eres muy listo así que si lo encuentras te agradecería que te lo llevaras, ya que le pone triste y no me gusta verle así, seguro que no echaré de menos ese cáncer. Te volveré a escribir cuando se me caiga el próximo diente. Espero poder conocerte un día. Por cierto, te he dejado un trocito de queso por si estás cansado.
Un besito.