A lo lejos, su imponente figura, se presentía hostil y despiadada…no deseaba siquiera observarla.
El eco amenazante de sus pasos sonaba cada vez mas fuerte y cada día que pasaba hacía más tortuosa la penosa espera. Que pensar o sentir ante una visita tan irremediable…solemos verla tan distante y extraña, solemos ignorarla. Sin embargo ésta nos vislumbra en sus planes…es cruel o cumple un precepto, sólo ella lo sabe.
Hay quienes la buscan, otros queremos olvidarla y huir de sus miradas.
Él, mi querido hermano, intentó huir, la odió, quiso evitarla pero ella, dulce y silenciosamente asestó su golpe y lo llevó.
Trémulos asistimos al encuentro, callamos, no había palabras…lo llevó hacia una senda ignota, no nos miró, no explicó…simplemente partió.
Taciturna y parca se cierne ante nosotros, nos observa y aguarda…inexorablemente…
Inexorable (Richard A. Guevara Ch.)
