El hombre pequeño, por fuera y por dentro, se sentó en la orilla. Minúsculo e insignificante frente al océano, sujetaba con fuerza el cubo y la pala de color rosa con los que acababa de construir el mundo.
El hombre del cubo rosa (Esperanza Manzanera)

Tu micro me parece sensacional Esperanza. Resulta evidente que merecería muchos más votos de los que lleva, más desde luego que bastantes de los cuarenta que van en cabeza, por eso estoy en contra de las votaciones populares,en las que no se premia la calidad de lo que se escribe, sino la capacidad de seducción de los autores.
Has sabido pintar ese Dios que todos llevamos dentro, con un niño, un cubo y una pala. Felicidades.