El perro de mi abuelo tiene un ojo azul y otro verde.
El primero lo perdió en la Guerra de los Perros. Un gato furioso se lo arrebató con un fusil. Cuando volvió a casa le colocaron uno de cristal, para que no sintiese el vacío, y era nebuloso y oscuro, pero azul al fin y al cabo.
El segundo fue tiñéndose con los años que pasó en las sombras. Una luz verde se fue expandiendo desde la pupila hasta los bordes, cubriéndolo todo, y cegándolo.
Después de esto el perro de mi abuelo, con sus dos ojos ciegos –uno azul y otro verde-, se quedó quieto y herido. No movía la cola, ni perseguía sus juguetes. No comía, no bebía. Solo recordaba.
El perro de mi abuelo y mi abuelo eran idénticos. Idénticas guerras, idénticas sombras. Los ojos de mi abuelo, en cambio, eran blancos.
Heterocromía (MBordons)
