No hipes más, basta. ¿No ves que vas a destrozar tu maquillaje? Con el trabajo que me ha costado conseguir el efecto. ¿Y las medias, y los tacones? Llévalos con más gracia. ¿No ves que todo es especial para ti, por ti, preciosa? Que sí, que eres preciosa. ¿Ves? Así es como quiero que me recibas, sonriente. Y desnuda hasta el aliento. Cómo me alegra tu pubis lampiño. Me enloquece que nada me enturbie la visión. Pon las manos atrás, de esta forma, y sujeta este paquete. Eso es. No, no empieces otra vez. No hagas pucheros. Ven aquí que te abrace y te consuele. No llores más. Olvida ya. Qué más darán tu mamá y tu muñeca de plástico. Ahora sólo somos tú y yo. Ya crecerás, se te hará el cuerpo mujer y lo entenderás. Ven, vamos a la biblioteca, que quiero paladearte a la luz de ese libro con el que jugamos ayer.
Hemeroteca (FSusano García)
