No sabe si fue por la reconfortante melodía que sonó inesperadamente en la radio o por la luz del atardecer. Lo cierto es que experimentó una sensación de pertenencia nunca antes manifestada. Allí estaba, conduciendo de regreso a casa tras una jornada un tanto tediosa, rodeada por un convulso tráfico repleto de imprudencias, chulerías e indecisiones. Todo ello le enervaba sobremanera. Sin embargo, por unos segundos se produjo un impasse. Su visión se elevó unos metros por encima del coche, desde donde pudo ver perfectamente el movimiento de los vehículos. Todos, absolutamente todos, circulando en la misma dirección. A pesar de las diferencias, improperios, pitidos…lo cierto es que todos avanzaban juntos a pesar de las dificultades. De pronto, se sintió reconfortada. Su visión volvió al lugar original y sonrió, mientras disfrutaba con ese fluir, ahora armonioso.
“Los líderes de los partidos no han llegado a ningún acuerdo en la jornada de hoy…”. Off. Y un largo suspiro…
Fin de jornada (María José Martínez Modelo)
