La tela en el caballete contra la ventana. Amanece desde atrás de los edificios. Le urge pintar,le queman las ganas y el dolor y dibuja un paisaje sin prisa,a pesar de la nariz sangrando,de los golpes en la espalda. Un río sin pecados ni culpas atravesando la ciudad y jardines colgando.
A esa hora sólo se escucha el viento que sacude las ramas contra el techo.Deja con la mano sana la taza de té sobre la mesa. Con sus dedo suavemente, corrige las sombras de los árboles en un parque de Boston. Un disparo le destroza la cara. A esa hora la ausencia y el silencio están vacíos de todos.Muy lejos, en un lugar de China, una chica cae muerta sobre su taza de té. Más lejos, una chica cae muerta en un parque de Boston.
A esa hora (Catalina Giménez)
