Fui a aquella fiesta sabiendo que tú estarías, solo para que alguien me cogiera del brazo y me llevara hasta ti y allí, uno frente a otro, nos des-presentara. Me diría que tú ya no eras quien eras y a ti que yo no era tampoco a quien habías conocido. Encantada de desconocerte, te silbaría al estrechar tu mano, antes de ir a bailar la canción que jamás había oído contigo y de que tú miraras hacia otro lado, como si te hubieras quedado solo en una casa vacía.
Desencuento (Ana Vidal)
