Érase una vez un cuento de nunca acabar. Al principio era el verbo y luego vinieron las palabras, en ellas venía el amor, la pureza y la belleza; todo estaba bien hasta que llegó la tentación con la desilusión, el engaño y la traición; entonces apareció el miedo, la angustia y la desesperación; se instaló el caos, se trajo consigo a la muerte y con ella llegó la vida y nació la esperanza y de nuevo érase una vez un cuento de nunca acabar.
Un cuento de nunca acabar (Roiman Guzmán)
