Hace ya años que decidí escaparme de casa, dejar a un lado a mi familia y empezar a vivir la vida que quería. Yo ya sabía que era diferente, no me comportaba como ellos y por supuesto no quería formar parte de su mundo. Desde entonces he estado fuera, recorriendo ciudades, conociendo a todo tipo de gente. Recuerdo que por la noche solía quedarme dormida mirando las estrellas. En ocasiones veía una de ellas surcando el cielo velozmente dejando sólo una estela brillante, entonces tenía visiones de mí misma siendo libre. Pero una noche miré al cielo y ya no vi estrellas brillar. Desde ese momento se cruzaron en mi camino personas que tal vez no debería haber conocido. ¿Sabes? Estoy cansada de drogarme hasta ver las estrellas en mis ojos. Supongo que eso ahora ya da igual. El caso es que vi como mis sueños se rompían y se dividían en un millón de pedazos, como los pedazos de un espejo que alguien ha roto. Tal vez fui yo misma la que lo rompió… pero es así como me sentí, brillante y rota.
Cosmonauta (David Lara Sánchez)
