En la aldea nos peleábamos por llevarnos un poco de comida a la boca. “Si vienes al río, tendrás cuencos de arroz para ti sola”. Mi madre me cogió de la mano y caminamos juntas al atardecer. Llegamos al río. Cuatro mujeres esperan. Y tiemblo. Abrazo a mi madre, pero ella no me mira. Las mujeres avanzan hacia nosotras, pero ella no me mira. Las mujeres me separan de ella, pero ella no me mira. Y mis manos se estiran en busca de las suyas, pero ella ya no está. Las mujeres me tiran al suelo. Ellas me miran. Y empiezo a gritar. Me quitan la ropa. Mi cuerpo desnudo sobre la tierra. Me agarran fuertemente los brazos. También las piernas. Me abren. Y sus cuchillas manos se abalanzan sobre mí. Cortan. Y el río derrama lágrimas rojas sobre mí. El sol se apaga. No me han puesto anestesia, ni me dan calmantes para el dolor. No me dan nada, sólo me quitan. El sol se apaga, dejando al río cicatrizar las heridas. Y duermo sobre las raíces de la tierra. Dormido mi cuerpo, para siempre.
Cortan (Guaxara Baldassarre)

Me encanta. De.verdad .