Le gustaba espiarla desde la ventana. Como cada noche a las diez, se asomó para verla desnudarse. Su cuerpo flácido y blancuzco le despertaba una incesante ternura. Desde que se había mudado a aquel piso frío y gris no encontraba más motivación que mirarla. Así que se asomaba a la ventana mientras la vecina hacía su procedimiento habitual: quitarse la ropa, doblarla, y acto seguido ponerse el camisón. Después de todo eso, la vecina bajaba la persiana y sonreía complacida, sabiendo que los ojos que la observaban eran de la mujer de la que tiempo atrás había estado enamorada.
Como cada noche (Gemma)

Hola, buena tarde, me gusta mucho los cuentos que se publican. Quisiera saber cuál es el nombre completo de la autora Gemma, o si tiene algún sitio donde publica sus cuentos.
Gracias