M. nació el 5 de mayo de 1818. Tres años después nacía D.
Cuando los dos tenían veintiséis y veintitrés, respectivamente, nació N.
Y cuando N. tenía doce, D. treinta y cinco, y M. treinta y ocho, el 6 de mayo de 1856 nació F.
En menos de cuarenta años la humanidad se puso las pilas y parió a cuatro que, palabra va, palabra viene, pusieron el mundo patas para arriba. Marx, Dostoievski, Nietzsche y Freud, por orden de llegada.
Estamos en eso, ¿no? Sigamos por ahí, no frenemos, no perdamos el rumbo, muchachos.
Cálculo Literario (Maria Barral)
