Chico serio que yo lo he visto, que no llegara ni a los veinte, recorre solo su ciudad y entra a cafés para leer.
Lo he visto, no es un fantasma, es que esta igual no es la generación perdida.
Y lo sé porque me ha mirado y he podido ver en sus ojos el invierno más frío que ha pasado.
Siempre lo mismo, entra a un bar y lee, lee mucho, o escribe, que lleva una libreta que ni él entenderá.
A veces quiero hablar con él, me da curiosidad ese personaje, pero también creo que los que eligen la soledad son más felices en ella.
El bar (Sonando entre palabras)
