¿Por qué me mira así? quizás intuye que algo no funciona. El lugar, el peculiar olor, la gente… sin embargo ni una queja. Mi hijo y yo apenas podemos contener las lágrimas, queremos que su última imagen sea una sonrisa que la tranquilice y le transmita todo el amor que sentimos por ella. El cáncer es incurable, sufre enormemente. Mientras le acaricio una de sus grandes orejas, el veterinario le inyecta el compuesto que la dormirá para siempre. Sus ojos, que no han dejado de mirarnos, parecen decir “gracias…os quiero” Con los míos anegados en lágrimas apenas veo para cerrar para siempre los suyos.
Amor, compasión, dolor (Stradivarius)
