– El amor es complicado – comenzó contando – es como cuando te cortas el dedo con un borde de una hoja de papel, al principio no sientes mas que un simple cosquilleo, pero después escuece, duele. ¿Lo entiendes? – suspiró – En la vida te cortarás muchas veces los dedos, unas veces sangrarás más y dolerá demasiado, otras veces en cambio, será un corte que no se vaya, que se quedará ahí, contigo por siempre. Algunos se han cortado tanto los dedos que ya no sienten nada – sonrió enseñando sus manos llenas de cicatrices – Pensarás que es imposible que me haya enamorado tantas veces, y yo te daré la razón, porque no son cortes de distintas hojas, son de la misma.
Amor afilado (Xabier Gasco)
