Todas las pistas me han llevado hasta aquí. Hay un silencio tan absoluto que me está empezando a poner nerviosa. Oigo un ruido metálico que me hace llevar las manos a la boca para ahogar un grito. -Miau- suspiro de alivio al comprobar que es sólo un gato. De repente un golpe en mi espalda me hace caer hacia adelante. Me ha dejado sin respiración y el pánico se ha apoderado de mí dejándome paralizada. Escucho una respiración a mi lado. Intento girarme para ver de qué se trata, pero no me da tiempo, recibo un zarpazo en la garganta. No puedo gritar, me ha destrozado las cuerdas vocales. Noto como corre mi propia sangre por el cuello e intento taponar la herida con mis manos. Mi cuerpo pierde fuerzas a marchas forzadas, me desvanezco poco a poco. Este es el fin, me muero. Noto como se me escapa la vida en un suspiro y justo antes de cerrar los ojos y dejarme ir distingo delante de mí esos ojos felinos.
Agonía (Daniel Casamayor Pindado)
