«De camino al aeropuerto, en tu coche, te pedí que pusieras música. No estabas preparado, sólo atinaste a encender la radio, sin encontrar algo que me gustase. Busqué en mi móvil y te mostré el significado de «One and Only». No sabías que tenía habilidades con el inglés. A ratos nos quedábamos en silencio, esos incómodos silencios que no soportas. Tampoco sabías que durante esos silencios pasaban muchas ideas por mi cabeza. Una de ellas era decirte cuánto me gustaba estar contigo, cuánto quería que ese sueño de verano durase más tiempo, cuánta ilusión me hacía formar parte de tu vida, pero no me atreví a decírtelo. Al menos pude observar detenidamente cada gesto tuyo, escuchar cada palabra, para quedarme con tu imagen grabada en mi mente, de camino al aeropuerto.»
Hizo la fila ordenadamente para subir al avión. Encontró sitio junto a la ventana, se puso los cascos y se durmió con los acordes de su cantante preferida. Nunca llegó a darse cuenta que su vuelo no llegaría a su destino.
Aeropuerto (Erika Araya)
