Esperar el autobús. Una de esas tareas diarias que hacen que tu vida se resbale lentamente por la acera hasta la alcantarilla más cercana. Nunca he soportado esos tiempos muertos diarios, por eso trato de aprovecharlos al máximo. Los chicos de Short Editon deben pertenecer a mi especie, por eso se han propuesto llenar nuestro aburrimiento intermitente de relatos cortos.
Su proyecto, lleva a las paradas de autobús máquinas expendedoras de relatos cortos. Ideales para leer en un trayecto en transporte público. Así, ya no tienes excusa para no estar absorbido por tu teléfono móvil o muerto de aburrimiento.
Los emprendedores buscan así que «la sociedad no pierda la buena costumbre de leer» y que «se olviden de la tecnología por un rato». Por ahora, la máquina te permite elegir entre historias para leer en 1, 3 o 5 minutos. Literatura al gusto del consumidor.
Por si le faltasen puntos a favor a esta gran iniciativa, el servicio es gratuito. ¿El problema? Solo está disponible en 8 espacios públicos de la ciudad francesa de Grenoble, aunque existen iniciativas similares en otras partes del mundo. Aquí esperamos como agua de mayo que las paradas de autobús se llenen de historias por leer. Sigamos soñando, también es gratis.